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La Iride
Bodega y viñedos La Iride toman su nombre de la matriarca de nuestra familia, Iride Papotti. Nacida en la provincia de Parma, Italia, en 1904, tanto ella como quien después sería su esposo, Gino, provenían de estirpes de campesinos humildes que, al menos desde la primera mitad del siglo XIX, se habían dedicado en esa zona al cultivo y cuidado de viñedos, elaborando sus propios vinos. Fue así que, cuando emigraron a Argentina, trajeron consigo esos conocimientos y continuaron dedicándose a la vitivinicultura en Mendoza, zona vitivinícola por excelencia. Ya la primera generación nacida en este país, además de continuar con el cultivo y la producción a pequena escala, se familiarizó con la elaboración industrial. Durante años los hijos de Iride y Gino diseñaron y fabricaron maquinaria vitivinícola y tanques de acero inoxidable para alquilar o vender a terceros. Finalmente, apoyados en este conocimiento y en la trayectoria familiar, surgió la idea de crear nuestra propia bodega, y con ella el compromiso con nosotros mismos y con nuestros clientes de elaborar vinos de excelente calidad y que satisfagan las exigencias tanto del mercado nacional como del internacional.
Bodega y viñedos La Iride toman su nombre de la matriarca de nuestra familia, Iride Papotti. Nacida en la provincia de Parma, Italia, en 1904, tanto ella como quien después sería su esposo, Gino, provenían de estirpes de campesinos humildes que, al menos desde la primera mitad del siglo XIX, se habían dedicado en esa zona al cultivo y cuidado de viñedos, elaborando sus propios vinos. Fue así que, cuando emigraron a Argentina, trajeron consigo esos conocimientos y continuaron dedicándose a la vitivinicultura en Mendoza, zona vitivinícola por excelencia. Ya la primera generación nacida en este país, además de continuar con el cultivo y la producción a pequena escala, se familiarizó con la elaboración industrial. Durante años los hijos de Iride y Gino diseñaron y fabricaron maquinaria vitivinícola y tanques de acero inoxidable para alquilar o vender a terceros. Finalmente, apoyados en este conocimiento y en la trayectoria familiar, surgió la idea de crear nuestra propia bodega, y con ella el compromiso con nosotros mismos y con nuestros clientes de elaborar vinos de excelente calidad y que satisfagan las exigencias tanto del mercado nacional como del internacional.
